La
filosofía desde su origen ha tratado de explicar los fenómenos que han
cohabitado con el hombre. Lo ha hecho guiándose de una perspectiva racional asegura Andrés Merejo, la que constituye una reflexión comprensiva del mundo y de nuestro lugar en
él. Como disciplina que se adapta a todos los contextos, se ha ido adecuando a
las diversas formas de desarrollo concebida por el hombre. Empleado como
recursos los diferentes medios de comunicación que se han integrado a las
nuevas formas de vivir en el posmodernismo. La tecnología es uno de ellos, que
ha permeado casi en su totalidad los ámbitos en que convive la humanidad.
Comercializando con la información y el conocimiento de manera casi
desapercibida para el usuario, porque llegan a crearles necesidades con la
intención de manipularlos para consumir los productos tecnológicos que están en
constantemente innovación.
Como todos los contextos son bombardeados
por el mundo digital, la educación no es la excepción, también resulta
influenciada por la cultura que adquiere en los entornos virtuales. Estos
resultan muy beneficiosos para quienes tiene acceso a este espacio, que sin
proponérselo ensancha la brecha económica que distancia las clases sociales.
Este se caracteriza por la gestión en la organización, producción y
comercialización del conocimiento afirma Merejo. Los equipos que permiten
transportarse a entornos virtuales como, teléfono
inteligente, tableta, agendas electrónicas no están accesible para cualquier
usuario y como la tecnología crea necesidad de consumo, obliga indirectamente a
quienes no tienen los recursos económicos a delinquir para satisfacer dicha
necesidad y conseguir el equipo a como dé lugar, con el único propósito de
convertirse en usuarios de entornos virtuales como Facebook, Snapchat,
Instagram y Twitter, adquieriendo cultura de manera casi desapercibida para
ello. Algunos desarrollan habilidades en el manejo de entornos virtuales, como
salir a adquirir su sustento, con lo que se convierten en cibertrabajadores, abandonando
efímeramente la precariedad en son sumidos por no tener una fuente laboral de
donde obtener los recursos que cubra sus necesidades básicas.
El precariado es definido por Andrés
Merejo como la persona que no permanece por mucho tiempo en función laboral,
que devenga un bajo salario, inseguridad en prestaciones laborales y en
cualquier momento puede ser cancelado por bajo rendimiento laboral. Afirma que
es un individuo incapaz de iniciar proyectos de vida porque su inestabilidad
económica lo incapacita, el hecho de no permanecer mucho tiempo en ningún
puesto laborar ocasiona estrés, enfermedades prematuras y malas relaciones
interpersonales.
El cibermundo es un camino escombroso en
el que muchos se sumergen asegura Merejo, y una vez en él, se producen cambios neurales
que modifica nuestra forma de pensar y actuar. Estos pueden incidir de manera
positiva engrosando nuestro arsenal intelectual, cultural, y hasta económico si
poseemos las habilidades mercadológicas requeridas para operar en el
cibermundo. De igual forma, pueden ocurrir cambios perjudiciales como el
sonambulismo tecnológico que onnibule el razonamiento impidiendo la forma
apropiada de resolver situaciones problemáticas en cualquier contexto, según
expuso Roger Sepúlveda, Dr. en filosofía de la educación por la Universidad
Autónoma del Caribe.
Lo demandante y consumista de las
sociedades actuales mueve a los sujetos que forman parte de esta a adquirir sus
productos con finalidades distintas. Esta población cibernauta se va
incrementando conforme se innova la tecnología, actualiza sus conocimientos y
convirtiéndose en ciberdependiente de las redes sociales de su preferencia, a
tal punto que suelen sentarse a la mesa al momento de almorzar todos con sus
aparatos tecnológicos olvidando los viejos hábitos de aprovechar el momento que
están juntos e intercambiar impresiones. Asimismo, ha convertido los espacios
virtuales en tribuna para denunciar violencia de género, injusticia por parte
de autoridades, maltrato infantil, entre otros acontecimientos en que puede
verse envuelto la población que forma parte del cibermundo.
En cuanto a la educación virtual o
cibereducación que trata Merejo, se implementó de manera tímida en las grandes
universidades y se fue modernizando con el transcurrir del tiempo,
fortaleciendo la confianza en su funcionalidad y creando las rúbricas
apropiadas para evaluar este tipo de aprendizaje. Es que la humanidad es
resistente a los cambios, suelen pronosticar desastres ante el surgimiento de
una innovación tecnológica. Muestra de esto es el caso del juego de Pokemon Go
que según publicara González Amable que quienes se
aferran al presente y ven la destrucción de la humanidad en cada nueva
invención tienden hacer predicciones sobre resultados nefastos que producirá
sobre la sociedad cada nueva tecnología.
Es indudable que el temor ante lo
desconocido es proyectado por la humanidad ante cualquier innovación
tecnológica y que resulta inesperados los resultados. Para González el juego
Pokemon Go, no es más que un experimento social. Donde la tecnología juega un
rol protagónico de volver a reescribir la historia de la sociedad desplaza a
muchos del papel desempeñado hasta el momento. Apunta que Apenas es el comienzo de la segunda fase de una nueva
era que apuesta por reescribir los cimientos sociales, la forma en que hacemos
negocios y por ultimo redefinir los límites de una especie que acelera su
evolución por medio de placas de silicios y pulsos electrónicos. Parece ser que
el conocimiento tecnológico es indetenible porque según afirma Merejo, para el
2019 se pronostica que cerca del 50% de las clases en los centros de educación
superior será impartida en modalidad e-learning, por lo que todo docente
debe fortalecer su competencia cibereducativa para estar a la altura que demandaran
sus discentes.
En ese orden, es conveniente que el
docente para continuar insertado en el sistema educativo del futuro, erradique
la ceguera del conocimiento adquiriendo las herramientas que fortalezcan sus
competencia tecnológica, crítica, creativa para provocar una revolución
innovadora en su desempeño. Convertirnos en ciberdocentes para romper
con los paradigmas que están anclados en cada una de nuestras neuronas.
Desaprender esos viejos esquemas y reaprender los nuevos que permiten elevados
niveles de racionalidad y disminuir la racionalización del conocimiento.
Por otro lado, por medio de la literatura,
el ciberdocente puede diseñar las estrategias que permitan innovar en la
disciplina que enseña. Por que como sostiene Savater, aunque la vida del ser humano sea delimitada por las decisiones
que éste asume a lo largo “la literatura sirve para multiplicar nuestra alma”
al desplegar posibilidades para escapar de la estrechez y aventurarse en
perspectivas distintos a las que se han elegido. “La persona que sabe leer, que
se aficiona a la alegría de la lectura, tiene unos goces extraordinarios y
además a muy poco precio. El filósofo destacó el papel de las humanidades
-literatura, filosofía, historia- que si bien son en apariencia menos rentables
que las ciencias aplicadas, permiten a los estudiosos reconocer el para qué de
sus esfuerzos y así evitar estancarse en la minucia cotidiana.
En estos tiempos actuales, donde la
modernidad ha quedado como parte del pasado, se reinventan diferentes formas de
hacer actividades cotidianas del hombre para impresionar a la humanidad en los
diferentes ámbitos en que convive. En lo económico, social, político,
religioso, entre otros se relacionan con lo que puede resultar innovador, en
este caso, lo tecnológico. En el caso de
la política, en época de campaña y más aún si se trata de reelección, exportan
a aquellos asesores más cotizados del momento en el extranjero. Como el uso de
las redes sociales se ha proliferado en todas las clases sociales, este es un
espacio que se le debe prestar atención, y para esto lo recomendable es hacerse
representar por un personal especialista en la materia.
La ciberpolítica es una nueva forma de
expresión y manifestación que tienen los sujetos cibernéticos de realizar actividades
en el cibermundo, de manera abierta en entornos virtuales, manifiesta Merejo.
Esta práctica empleada por los últimos gobiernos de la República Dominicana –
Leonel Fernández Reyna y Danilo Medina- tiene otra agenda y otras
implicaciones, debido a que ese discurso sobre el cibermundo, la red de
redes (internet), el ciberespacio que siempre ha seducido al expresidente
Leonel Fernández, asegura Merejo, a pesar de eso, Fernández resultó perjudicado
porque Medina sabiendo el poder que representa el buen uso de estos medios, ha
comenzado apropiarse de este y con el propósito de supuestamente implementar un
programa de nombre “La República Digital”.
Suelen nuestros políticos emplear su
ciberdiscurso como estrategia de manipulación en época de proclamación como lo
hizo Medina en el pasado periodo. Expone Merejo que habló de internet, de
tecnología de la información y comunicación, de banda ancha; en fin, de una
República Dominicana digital. Enfatiza Merejo que es notoria la diferencia del
bagaje intelectual en materia de cibecultura que existe entre Fernández y
el presidente Medina. No obstante, el discurso de Medina entra en el plano de
lo ciberpolítico, como estrategia que apunta a seducir a la población para
que lo elijan de nuevo, pero como discurso de campaña y no como el
discurso del Presidente de la República Dominicana que ha de actuar, de
implementar ese programa digital y no prometerlo. Al parecer según el
análisis de Merejo, Medina y sus funcionarios lo que han hecho es camuflar la
propuesta tecnológica por que pretende desarrollar un programa sobre una
plataforma tecnológica digital de “banda ancha” para incorporar en el mundo de
la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) a la población dominicana
más pobres que no han tenido acceso a la tecnología, en el fondo lo que
pretende es deslumbrarlo con el ofrecimiento.
Llama mi atención que en una época en que
hay más aparatos tecnológicos estemos por debajo de la media con relación a
otros años en que teníamos menos dispositivos digitales y menos conexiones del
ciberespacio, como asegura Merejo. Este sostiene que ante de realizar cualquier
propuesta en este contexto se debe elaborar un proyecto nacional educativo e
investigativo del mundo digital, donde se construya la edificación idónea para
proyectos de esta magnitud, ya que se debe invertir recursos económicos en el
ámbito de una cibercultura, de una educación digital preuniversitaria y de
educación superior. Donde los objetivos estén definidos en materia de
tecnociencia e innovación. No obstante, Canela Alberty, director del
Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) comunicó que en dos
años podría estar listo el proyecto “República Digital”, para lo cual se está
colocando una red de fibra óptica a nivel nacional para abaratar el costo del
Internet y hacer más fácil el acceso a este servicio y las telecomunicaciones.
¿Pero se habrán hecho las indagatorias necesarias para iniciar un proyecto de
esta envergadura? ¿Las edificaciones se habrán construido pensado en la preservación
de estos equipos tecnológicos que requieren una temperatura especial y un
mantenimiento continuo?
¿No será
prioritario redactar propuestas de acuerdo al nivel de alfabetización digital
con que cuente la población a quien va dirigida?
No basta, como dice la canción de Franco
de vita, no basta con venderles sueños a una población ávida de conocimiento o
información digital, es necesario planear el proceso y luego adquirir los
recursos necesarios para que el proyecto tenga éxito. Así, lo confirma el Dr. Merejo en su artículo
“la república digital del presidente Danilo Medina 2/2”. Explica que esto es así, porque hay que educar a los sujetos en ese
mundo, en un proceso de alfabetización digital complejo que implique
a los profesionales que se resisten a dicha alfabetización digital, ya que no
se trata simplemente de aumentar los dispositivos tecnológicos, sino invertir
en el sistema educativo superior con el objetivo de lograr investigar sobre
todos los subsistemas que conforman el cibermundo.
Por
otro lado, apunta Merejo que en el último informe sobre “Medición de la
sociedad de la información 2015” de la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (ITU) coloca a la República Dominicana por debajo de la
media que es de 5,09 en relación con el mundo digital. Dicha medición se
basa en el Índice de Desarrollo de las TIC (IDT) que toma varios
indicadores entre los cuales se encuentran el ancho de banda internet
internacional (bit/s) por usuario, porcentaje de usuario con computadora, porcentaje
de hogares con internet, tasa de alfabetización de los adultos y lo relacionado
con la educación en porcentaje bruto en enseñanza adultos secundaria
y terciaria.
La tecnología es una de las vías que nos
puede colocar en el camino del desarrollo, engrosar nuestro bagaje cultural,
fomentar la investigación racionalidad, pero para alcanzar nuestra utopía
debemos desterrar de nuestro cerebro aquellos paradigmas que nos impiden
desaprender para reaprender todo lo que nos permitirá realizar proyectos que
contribuyan al desarrollo social de nuestro país. Eliminar los obstáculos que nos mantienen en
el subdesarrollo, abrir los ventanales hacia un horizonte promisorio para las
nuevas generaciones; sin gobernantes corruptos que únicamente vienen a dirigir
los ministerios gubernamentales con la finalidad de desfalcar el erario que nos
pertenece a todos y que de ser bien administrado nos colocaría en otro nivel
educativo, económico, social y hasta político. Por lo que coincido con lo
afirmado por Merejo que el presidente Medina no tiene que
esperar volver ganar las elecciones, sino proceder en su condición de
presidente de la República Dominicana y actuar, ir dando señales de que
realmente más que un discurso de campaña es una intención de
cambio. Como presidente de los dominicanos, puede construir una
República Digital porque tenemos recursos para lograr proyectos de esa
envergadura.
Desarrollar apropiadamente estos programas
para que los nativos digitales aprendan a utilizar los ciberespacios de manera
productiva, que los enriquezca en conocimientos, aportaciones de nuevas
investigaciones a su generación. Para que los inmigrantes digítales comprendan que el sujeto cibernético es una función, una práctica social en sus
múltiples determinaciones y por consiguiente existen diversas tipologías. Entre
los que se entran ciberadicto (al juego, al sexo)
ciberterrorista, hackers, cibereducadores hasta ciberpolíticos,
empresarios y científico afirma Merejo. Porque de una u otra forma la
influencia de la cibertecnología cambia la visión que tienen estos sujetos del
mundo y los escenarios virtuales interactivos aceleran los
acontecimientos sociales.
República Dominicana junto a Ecuador y
Guatemala se encuentra entre los países con una mayor brecha de demanda
latente, fue la conclusión se llegó a esta en el Estudio de inclusión digital
en América Latina y el Caribe que se presentara en la segunda jornada del
Congreso Mundial de Móviles que se realizara en Barcelona. Se afirma que para cambiar esta realidad se
requiere revertir los causantes entre los se encuentran el desinterés por
acceder a internet, la falta de contenidos relevantes, puesto que un gran
número de las páginas se localizan en español, la falta de conocimiento y
aptitudes digitales por la ausencia de internet en las escuelas lo que podría
resolverse capacitando a los docentes.
En fin,
para países como el nuestro alcanzar una ciberalfabetización o alfabetización
digital se debe iniciar por hacer un levantamiento por distrito, adquirir los
equipos necesario, capacitar el personal que se ha de encargar del cuidado de
estos y reclutar el personal idóneo para capacitar a los docentes que están en
contacto directo con los estudiantes y para que replanteen sus disciplinas
desde nuevos esquemas. Pero ¿cómo podría un docente elevar su nivel de
pensamiento en sus alumnos?
Francisco
Mora, investigador en neurociencia, asegura
que el elemento esencial en el proceso de aprendizaje es la emoción porque sólo
se puede aprender aquello que se ama, aquello que le dice algo nuevo a la
persona, que significa algo, que sobresale del entorno. Entonces, el docente
actual y del futuro debe rediseñar sus estrategias didácticas y pedagógicas en
espacios virtuales para poder transmitir en sus clases la emoción que necesita
el estudiante para emprender la travesía en busca del conocimiento, pero
conocimiento construido con nuevos paramentos, adecuándolos al momento que
estamos viviendo, no transportando al pasado. De esta manera podremos poco
apoco ir cerrando esa brecha digital que nos mantiene alejados del
conocimiento.
Referencia
Cuanto más inculta una persona, más dinero necesita para los fines de
semana: Savater Por Hilda
Hermosillo | 17/05/2016
Filosofía en un mundo global 1 de 2
por Andrés Merejo del 15 de julio del 2016
Merejo, Andrés (2007) Conversaciones
en el lago: Narraciones filosóficas. Editorial la escalera. República
Dominicana, Santo Domingo.
Merejo, Andrés (2015) “El Cibermundo
Global en la República Dominicana” Editorial Santuario. República Dominicana.
RD entre los países de Latinoamérica con mayor brecha
digital (L'Hospitalet de Llobregat (España))